Servir a otros

Acumulo gran cantidad de toxinas en la mente y éstas tratan de confundirme, distraerme y desviarme del aquí y ahora. Busco olvidar, lo cual es totalmente imposible, porque más bien lo que hago es archivar ese sentimiento en un nivel muy profundo de mi subconsciente, generando así la toxicidad mental. Mediante la meditación diaria, todos estos tóxicos fijados en la mente, salen a la superficie y ahora sí sería para desaparecer, sin embargo, esto no es suficiente para lograr una limpieza a gran escala, porque nada hago con repetir un mecanismo si no soy consciente. A través de la reflexión una alarma se hace presente, ofreciéndome su ayuda, para tomar mejores decisiones y para sentirme más cerca de la liberación y más lejos del sufrimiento, lejos de la desdicha.

Luego de practicar los dos pasos anteriores, meditación y reflexión, una pieza me faltaba, seguia incompleta... Hasta que la encontré: "Servir a otros". El servicio desinteresado me ayuda a sanar, a depurarme; al principio no entendía cómo esto me ayudaría y como siempre, fue experimentándolo como lo comprendí. Renuncié a mi propio bienestar, a mis planes previos, para evitar que otros sufrieran, ayudarles a resolver sus dificultades, sin importarme mis incomodidades, mis "problemas". Serví a otros, renuncié al presente, trabajé para el futuro, muchas veces sin estar para disfrutarlo, con realismo, optimismo y trabajismo.

Luego de este proceso de desintoxicación, percibo un impacto mental grandísimo, pero me siento liviana, liberada, en paz y armonia, con ganas de seguir en este servicio.

Vamos!
Desintoxica tu mente!
Medita!
Reflexiona, sé consciente!
SIRVE A OTROS!!!
Libérate!

Qué todos los seres sean felices y obtengan la paz!

MetTa de hoy: cOMpasión

Empatía y compasión, son muy amigos, van tomados de la mano; una persona empática es una persona compasiva. Si libero la mente de toda emoción negativa puedo abrirme a la compasión porque no hay cortinas de humo, ni neblina, que oscurezcan mi horizonte, si no todo lo contrario, un cielo despejado, un cielo abierto al infinito, a la iluminación.

Al ser compasiva, no me refiero que al meditar pienso en el sufrimiento de otra persona, porque de esta manera estoy aumentando mi propio sufrimiento, sería tener aunque sea una pequeña dosis de responsabilidad universal, ese sentir, y así poder contribuir en la disipación de este sufrimiento ajeno.
Todos conocemos el sufrimiento, la vida es sufrimiento —dicho por Buddha—. El sufrimiento en sí entonces es opcional. Alegría y sufrimiento son sentimientos que le dan sentido a mi vida, para saber hacia dónde anhelo llegar y una manera de determinarlo es acercándome a los demás, ayudar al otro, tener esa sabiduría apoyada en una fuerza interior que me brinde confianza en mí misma, para desarrollar una actitud compasiva, bondadosa, y así gozar de júbilo y regocijo, esto me hace sentir completa, ser dichosa.
Un mundo sensibilizado es antónimo de pobreza, es por ello que debemos liberarnos de las quejas, desapegarnos, traer COMPASIÓN a nuestras vidas, con un buen cerebro y un buen corazón. Meditemos y actuemos hoy, con empeño, porque ayer fue hoy y mañana será hoy. El presente, el más importante de todos los momentos; de nuestro HOY dependerá nuestra felicidad y la paz de todos los seres.

Metta
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La vida en un suspiro

La vida es un respiro,

al nacer inhalamos y al morir exhalamos. Vivimos sin tomar conciencia de cada respiración que asume nuestro cuerpo, cada inhalación nos llena de vida y aporta energía a nuestro ser, mientras que cada exhalación nos permite deshacernos de todo aquello que no necesitamos guardar. Respira concientemente en cada acción que ejecutes, la respiración es una base fundamental del yoga, sincronizando, para conseguir ese balance o simetría que buscamos.

La acción sin intención y sin conciencia no tiene sentido, mientras queremos alcanzar el bienestar de la mente, es importante la intensidad que le pongamos a esta intención y la conciencia que se le añada a la acción; que sea con el corazón.

Vive, Respira, haz yoga!

Namaste